Agility: el deporte canino que más crece en el mundo entero
Existen muchas actividades físicas que puedes realizar con tu perro, como trotar, pasear en bicicleta, jugar con un frisbee, lanzarle una pelota y muchas más. La conexión física y emocional entre un padre y su perrhijo, hace que la destreza y las habilidades de ambos, generen un vínculo único.
El agility (agilidad en inglés) es una prueba de ello, ya que los perrunos pueden aprender a realizar trucos asombrosos como estos:
El agility se basa en que el conductor guía a su perro a través de una serie de obstáculos en una pista. Son entre quince y 24 dependiendo de la categoría. Esto hay que hacerlo en la menor cantidad de tiempo posible y con la menor cantidad de errores. Además consta de dos modalidades de carrera: una con obstáculos de salto con eslalom y túneles. Por otra parte, está el modo que tiene que ver con la agilidad perruna, donde se agregan elementos de contacto como la pasarela en forma de puente, una rampa en forma de “A” y finalizando con el balancín (subibaja). Cuando hablamos de contacto, nos referimos a que el perro debe tocar los colores que están pintados en estas tres estructuras de roce.
Existen tres categorías de participantes caninos que son divididas por tamaño: mini o small, médium y grande o large (como las tallas de la ropa). Los mini llegan hasta los 35 kilos, de 35 a 43 los médium y de ahí en adelante, los large.
Si se quiere competir en nivel amateur, se debe practicar por lo menos durante un año. Así nos explica Ezio Solari, criador de perros y uno de los más grandes exponentes de la disciplina a nivel mundial. “Un can a los dos años puede lograr una performance de competidor principiante. A partir de ahí, las condiciones y el talento del guía, serán trascendentales para lograr los resultados esperados”, afirma.
En Chile existen 10 centros donde se puede practicar este deporte, uno de los más importantes es el Kennel Club de Chile. “El agility está agrupado bajo el alero del Kennel Club, pero en otras regiones del país también se realiza, como en Antofagasta, La Calera, Temuco, Osorno y recientemente está comenzando en Punta Arenas”, explica Alejandro Escobedo, Director del Kennel Club de Chile.
En el caso de Solari, él pertenece a un club en Panguipulli llamado “Volcanes”. La idea es fomentar la “comunidad agilitera” en el sur de Chile. Dan clases y también talleres a los que se denominan Agility Camp, que consiste en invitar a un guía experto del extranjero para que haga clínicas a los socios y a quién quiera aprender con una duración de 4 días.
Lo que más gusta de este deporte es que es inclusivo, ya que cualquier perro lo puede practicar. Sin embargo, existen perros o razas que son más aptas que otros. Por ejemplo, un San Bernardo, por su tamaño le va a costar demasiado e incluso, hay obstáculos que no los va a poder superar. Lo mismo ocurre con un Chihuahua (otro caso extremo), una raza ágil, que quizás supere sin problemas la mayoría de los obstáculos, pero que no tiene el peso suficiente para un balancín que requiere como mínimo un kilo para bajar (se encuentran ejemplares de esa raza que bordean los 800 gramos).
Según los expertos, las razas ideales para llevar el agility al extremo serían: Border Collies, Pastor Belga Malinois, Pastor Australiano, Pastor Magallánico (100 por ciento chileno) y Labrador Retriever. Pero Border Collies y los “Malinois”, llevan ventaja por sobre el resto, debido a sus grandes condiciones físicas y su inteligencia. Ambas razas son sinónimo de espectáculo en la pista. En razas medianas, se encuentra el poodle. “En Inglaterra se creó el “border doodle” que es la mezcla entre el poodle y el border collie”, dice Solari. Otra raza mediana, vendría siendo el Pastor Pirineo, el Pumi, los Parson Russell (una variante de los Jack Russell Terrier). Por otro lado, el Yorkshire Terrier saca la cara por lo más pequeños.
Pero si bien el perro es la estrella del circuito, su partner fundamental. “El guía debe tener una buena relación con su perro y buenos comandos. Lo que más se necesita, es que el guía sea ágil, con un buen estado físico y que corra mucho. Hay guías que son más gordos, pero tienen una buena capacidad de conducción, porque tienen una buena compenetración con su perro. La dupla hace todo, hace un buen timming. Hay entrenadores con buenos comandos, que están parados y así mandan al perro, pero lo común es que el guía sea rápido, el perro sea rápido y que haya una buena lectura entre ambos”, relata Solari.
El espírirtu del agility es que el perro siga a su dueño y siempre crea que está jugando. En ningún momento se exige o fuerza al peludo a algo que no quiera hacer. Un simpático ejemplo de aquello acontece en el siguiente video:
Esto demuestra que antes que todo son nuestras mascotas y la metodología para adiestrarlos, lo más importante. Existen guías que incentivan a través de la comida, en el caso que no le guste jugar. Otra técnica “positiva” es el juego, que consiste en utilizar pelotas, frisbee o clickers para enseñarle al cachorro a superar los obstáculos con destreza. Agilidad, obediencia, reflejos, destreza y objetivos para vencer obstáculos son los pilares para lograr un triunfo y una gran performance.
Nunca está de más realizar un chequeo veterinario a tu perro, ya que se pueden evitar muchas lesiones de tipo óseas, o en las articulaciones. Nuestro can tiene que encontrarse en las mejores condiciones físicas, al igual que los atletas de alto rendimiento.
¿Cuéntanos qué te parece esta actividad y qué tipo de actividad física practicas con tu perro?
PD: Acá les dejamos un listado con los clubes de agility que existen en Chile, a ver si se motivan: http://www.agilitychile.cl/clubes.html